EL EXTRAÑAMIENTO, EL ASOMBRO Y EL AZAR
COMO MOTORES DEL ACTO CREATIVO:
LA POESIA DE WISLAWA SZYMBORSKA.
Wislawa Szymborska nacida en 1923 en Kórnik, Polonia, residente de la ciudad de Cracovia,
¿poeta provinciana? Premio Nobel de Literatura en 1996, no entrega en sus poemas un material incandescente, el hecho creativo puro: extrañamiento, asombro y azar desplegados en una fórmula simple e intimista.
COMO MOTORES DEL ACTO CREATIVO:
LA POESIA DE WISLAWA SZYMBORSKA.
Wislawa Szymborska nacida en 1923 en Kórnik, Polonia, residente de la ciudad de Cracovia,
¿poeta provinciana? Premio Nobel de Literatura en 1996, no entrega en sus poemas un material incandescente, el hecho creativo puro: extrañamiento, asombro y azar desplegados en una fórmula simple e intimista.
Se preguntará ¿Por qué…En una casa y no en un nido? ¿Dentro de una piel, no de unas escamas? ¿Sola en mí conmigo misma? El sólo hecho de ser ya es suficiente material para sus poemas, el hecho que sea aquí y no allá, ¿por qué no allá? suficiente como para derrotar barreras políticas, raciales o religiosas; ni siquiera la diferencia entre ser humano y animal parece explicada, todo es material en ebullición, todo genera esa poesía interrogativa, indagatoria del misterio de ser: “Soy la que soy/ Casualidad inconcebible”. Porque el sólo hecho de considerar el azar como definitorio de su persona relativiza cualquier posibilidad de jerarquización social, el hombre es un simple cálculo absolutamente imprevisto, como dirá Montale, el número que nunca salía se hizo presente. Mientras pudimos ser “algo que se mueve bajo un cristal de microscopio” somos esto y no da para jactancias. En el poema “El terrorista; El Mira” un hombre regresa por un olvido, unos miserables guantes, y en el lugar estalla una bomba, y uno se pregunta al leer al Wislawa y se preguntará siempre de haberla bien leído, cuántas veces un par de guantes, un paraguas o un cuaderno nos habrán sometido o apartado del mal, un objeto común, ese otro número de lotería que nunca vemos pero que actúa en nuestras vidas, eso es la poesía de Wislawa, la conciencia del azar que trae aparejado una humildad infinita.
Precisamente esa situación azarosa da apertura para uno de los componentes más sólidos de su poesía, el tan poco valorado humor, sobre todo en poesía en lengua castellana, pese a los maestro como Lope de Vega y Quevedo, el humor no es tenido en gran consideración, vaya a saber en Polaco, lo cierto que para Wislawa el humor se toma seriamente. En alabanza a mi hermana perece tomarse a sí mismo en broma, esa práctica de reírse de sí como quién se ríe ante un espejo dota de frescura a su poesía y ciertamente la humaniza.
Para terminar, habría que, nuevamente, remarcar ese elemento resultante de su poesía: humildad, una poesía alejada de toda pedantería, una poesía que propone el hecho de hermanarnos por dos características sustanciales de la especie humana: ser breves y frágiles.
ASOMBRO
¿Por qué en una demasiado única persona?
¿En esta y no en otra? ¿Y qué hago aquí?
¿En un día que es martes? ¿En una casa y no en un nido?
¿Dentro de una piel, no de unas escamas? ¿Con un rostro, no una hoja?
¿Por qué sólo una vez personalmente?
¿Precisamente en la tierra?
¿Bajo una pequeña estrella?
¿Después de tantas eras de ausencia?
¿Por todos los tiempos y todas las algas?
¿Por crustáceos y firmamentos?
¿Precisamente ahora? ¿Hasta mis carnes y huesos?
¿Sola en mí conmigo misma?
¿Por qué?
no al lado ni a cien millas de aquí,
no ayer ni hace cien años
me siento y miro hacía el oscuro rincón
-tal como, levantando súbitamente su morro-,
mira ese gruñir llamado perro?
DEL MONTON
Soy la que soy.
Casualidad inconcebible
como todas las casualidades.
Otros antepasados
podrían haber sido los míos
y yo habría abandonado
otro nido,
o me habría arrastrado cubierta de escamas
de debajo de algún árbol.
En el vestuario de la naturaleza
hay muchos trajes.
Traje de araña, de gaviota, de ratón de monte.
Cada uno, como hecho a medida,
se lleva dócilmente
hasta que se hace tiras.
Yo tampoco he elegido,
pero no me quejo.
Pude haber sido alguien
mucho menos personal.
Parte de un banco de peces, de un hormiguero,de un enjambre,
partícula del paisaje sacudida por el viento.
Alguien mucho menos feliz,
criado para un abrigo de pieles
o para una mesa navideña,
algo que se mueve bajo un cristal de microscopio.
Arbol clavado en la tierra,
al que se aproxima un incendio.
Hierba arrollada
por el correr de incomprensibles sucesos.
Un tipo de mala estrella
que para algunos brilla.
¿Y si despertara miedo en la gente,
o sólo asco,
o sólo compasión?
¿Y si hubiera nacido
no en la tribu debida
y se cerraran ante mí los caminos?
El destino, hasta ahora,
ha sido benévolo conmigo.
Pudo no haberme sido dado
recordar buenos momentos.
Se me pudo haber privado
de la tendencia a comparar.
Pude haber sido yo misma, pero sin que me sorprendiera,
lo que habría significado
ser alguien totalmente diferente.
ASOMBRO
¿Por qué en una demasiado única persona?
¿En esta y no en otra? ¿Y qué hago aquí?
¿En un día que es martes? ¿En una casa y no en un nido?
¿Dentro de una piel, no de unas escamas? ¿Con un rostro, no una hoja?
¿Por qué sólo una vez personalmente?
¿Precisamente en la tierra?
¿Bajo una pequeña estrella?
¿Después de tantas eras de ausencia?
¿Por todos los tiempos y todas las algas?
¿Por crustáceos y firmamentos?
¿Precisamente ahora? ¿Hasta mis carnes y huesos?
¿Sola en mí conmigo misma?
¿Por qué?
no al lado ni a cien millas de aquí,
no ayer ni hace cien años
me siento y miro hacía el oscuro rincón
-tal como, levantando súbitamente su morro-,
mira ese gruñir llamado perro?
DEL MONTON
Soy la que soy.
Casualidad inconcebible
como todas las casualidades.
Otros antepasados
podrían haber sido los míos
y yo habría abandonado
otro nido,
o me habría arrastrado cubierta de escamas
de debajo de algún árbol.
En el vestuario de la naturaleza
hay muchos trajes.
Traje de araña, de gaviota, de ratón de monte.
Cada uno, como hecho a medida,
se lleva dócilmente
hasta que se hace tiras.
Yo tampoco he elegido,
pero no me quejo.
Pude haber sido alguien
mucho menos personal.
Parte de un banco de peces, de un hormiguero,de un enjambre,
partícula del paisaje sacudida por el viento.
Alguien mucho menos feliz,
criado para un abrigo de pieles
o para una mesa navideña,
algo que se mueve bajo un cristal de microscopio.
Arbol clavado en la tierra,
al que se aproxima un incendio.
Hierba arrollada
por el correr de incomprensibles sucesos.
Un tipo de mala estrella
que para algunos brilla.
¿Y si despertara miedo en la gente,
o sólo asco,
o sólo compasión?
¿Y si hubiera nacido
no en la tribu debida
y se cerraran ante mí los caminos?
El destino, hasta ahora,
ha sido benévolo conmigo.
Pudo no haberme sido dado
recordar buenos momentos.
Se me pudo haber privado
de la tendencia a comparar.
Pude haber sido yo misma, pero sin que me sorprendiera,
lo que habría significado
ser alguien totalmente diferente.
TRADUCCION: Gerardo Beltrán de "NUEVOS POEMAS" (1995)
EL TERRORISTA; EL MIRA
La bomba va a estallar en el bar a las trece y veinte.
Ahora son sólo las trece y dieciséis.
Algunos todavía tienen tiempo para entrar.
Otros, para salir.
El terrorista ya caminó al otro lado de la calle.
Esta distancia lo preserva de todo el mal.
Y además un panorama como en el cine.:
Una mujer con campera amarilla, ella entra.
Un hombre de anteojos oscuros, él sale.
Muchacho en jeans, ellos hablan.
Las trece y diecisiete con cuatro segundos.
El más bajo, este tiene suerte, se sube a la moto,
y el más alto entra.
Trece y diecisiete y cuarenta segundos.
Una chica, ella camina con una verde en el pelo.
Sólo que el colectivo de pronto la tapa.
Trece y dieciocho.
Ya no está la chica.
Habrá sido tan tonta como para entrar, o no,
se verá cuando los saquen afuera.
Trece y diecinueve.
Parece que no entra nadie.
Al contrario, sale un gordo pelado.
Parece que busca algo en los bolsillos y
a las trece y veinte menos veinte segundos
él se vuelve por los miserables guantes.
Son las trece y veinte.
Tiempo, como tarda.
En cualquier momento.
Todavía no.
Si, ahora.
La bomba, ella estalla.
del libro "Fin y Principio", 1993
ALANZA A MI HERMANA
Mi hermana no escribe poemas
y es improbable que de pronto comience a escribir poemas.
Le viene de su madre, que no escribía poemas,
y de su padre, que tampoco escribía poemas.
Bajo el techo de mi hermana me siento a salvo:
nada impulsaría al marido de mi hermana a escribir poemas.
Y aunque suene como un poema de Adam Macedonski,
ninguno de mis parientes se ocupa de escribir poemas. En el escritorio de mi hermana no hay poemas viejos
ni nuevos en su bolso.
Y cuando mi hermana me invita a cenar,
sé que no tiene intenciones de leerme poemas.
Hace magníficas sopas sin esfuerzo,
y su café no se derrama sobre manuscritos. En muchas familias nadie escribe poemas,
pero cuando lo hacen, rara vez es sólo una persona.
Algunas veces la poesía fluye en cascadas de generaciones
que ocasionan temibles corrientes en las relaciones familiares. Mi hermana cultiva una prosa hablada decente,
toda su producción literaria está en tarjetas postales veraniegas
que prometen la misma cosa cada año:
que cuando vuelva
nos contará todo,
todo,
todo.
(1976)
NADA SE REGALA
Nada se regala, todo es prestado.
Estoy endeudada hasta el cuello.
Seré obligada a pagar por mí
conmigo misma,
a devolver la vida a cambio de la vida.
Así se ha establecido,
hay que entregar el corazón
y el hígado se entrega
y cada uno de los dedos.
Es demasiado tarde como para impugnar el contrato.
Cuanto debo
me será quitado con piel y todo.
Voy por el mundo
entre una multitud de otros deudores.
Para algunos está la obligación
de pagar las alas.
Otros tendrán que, por las buenas o por las malas,
pagar por las hojas.
En la columna Dar
cada tejido que hay en nosotros.
Ni una pestaña, ni un pedúnculo
de conservar para siempre.
El inventario es exacto,
y por lo que parece
nos va a tocar quedarnos con nada.
No me puedo acordar
dónde, cuándo y porqué
he permitido que abrieran
esta cuenta a mi nombre.
La protesta contra eso
la llamamos alma.
Y éste es el único término
que falta en el inventario.
___________________________________
Entrevista con Wislawa Szymborska
El amor, origen de la poesía La poeta polaca, premio Nobel de Literatura en 1996, habla de la ironía, que le permite mantener una distancia crítica respecto de sus textos, y recuerda con humor a algunos de sus enamorados de infancia. Además, se publican dos de sus poemas inéditos en castellano
Wislawa Szymborska (Kornik, 1923) vive en un departamento en Cracovia y trabaja todos los días en sus poemas. Se le concedió el Premio Nobel, al que entre risas llama "la catástrofe", en 1996. En España se acaba de distribuir una antología muy amplia de sus poemas, Poesía no completa (FCE), en traducción de Abel A. Murcia Soriano y Gerardo Beltrán, quienes también volcaron al castellano esta conversación.
. --¿Tiene alguna fórmula mágica para escribir?
. --Sé lo que quiero escribir, pero no siempre me sale. Trabajo constantemente en los poemas. Hay algunos poemas que surgen de forma espontánea... (Es mi secreto: no voy a decir nunca cuáles salen con facilidad y cuáles salen con esfuerzo.) Pero no siempre salen de forma espontánea.
. --¿Y cómo es la Szymborska que narra sus poemas?
. --Creo que cada poema lo escriben dos personas. Hay una persona que es la que siente las cosas, la que las experimenta, la que piensa. Y otra persona, que está detrás de mí y dice: "¿No estarás exagerando?, ¿qué va a entender el lector de lo que estás escribiendo? y, además, ¿para qué le sirve?" Ese yo irónico está siempre, pero si desaparece escribiré muy malos poemas... ¡Y si desaparezco yo, también serán malos! [Risas].
. --Utiliza un lenguaje muy especial.
. --Mi lengua es una lengua viva. Utilizo frases hechas, lengua coloquial, juegos de palabras, que no necesariamente funcionan en otras lenguas... La suerte de los poetas en el exterior depende de los traductores.
. --¿Hablamos de los temas de su poesía?
. --Todos mis poemas nacen del amor. Diría incluso que todos los poemas nacen del amor; incluso aquéllos que transmiten el mal tienen en el fondo una forma de amor hacia el mundo. Estoy totalmente convencida... Y si no es así, lo siento por esos poetas.
. --¿Y el odio?
. --Tengo un poema sobre el odio, que es verdaderamente un sentimiento del siglo XX, el más fuerte, el que encuentra más seguidores. Y eso es algo horrible. Quizá en algún momento fue necesario pero ahora el odio es un sentimiento horrible. Aunque parece más fácil que un loco propague sus ideas con los nuevos medios. Antes, alguien llegaba y se subía a un cajón en una plaza y se ponía a hablar con un megáfono... Todo era más pequeño.
. --En sus poemas aparecen muchos animales.
. --No imagino la poesía sin los seres que nos acompañan en la vida: los animales, las plantas... e incluso las piedras. Mi animal preferido es el mono. Me encantó un libro de Jane Goodall, A través de la ventana: treinta años estudiando a los chimpancés, en el que cuenta su investigación en Tanzania con los primates y con los chimpancés. No los estudió como un grupo, sino como individuos. Estuvo años siguiéndolos de uno en uno, investigando cada animal en concreto y descubrió que uno era individualista, otra era una mala madre, otra era muy cariñosa, otro era muy travieso... Se trataba de una forma de estudiar a los animales desde una perspectiva totalmente diferente. No me imagino otro enfoque distinto al del análisis individual. Todos somos un poco diferentes. El hombre se somete a diversas ideas de grupo y no siempre es bueno.
. --También aparecen muchos sueños en sus poemas.
. --Escribo de la realidad y los sueños son una parte de la realidad.
. --Además de escribir poemas, está haciendo collages.
. --Son un juego. Hoy veo muy clara la diferencia entre la forma de hacer literatura y la forma de hacer arte. La escritura requiere soledad, aislamiento, trabajo y cansancio. He visto a pintores trabajando mientras hablaban, riéndose, rodeados de gente, y eso es imposible para un escritor. Necesito tiempo y que nadie me moleste. Mis collages son un juego, para que la gente los disfrute. Son mi forma de descansar. Me canso mucho escribiendo.
. --Pero sigue escribiendo sin parar.
. --Aún estoy viva, para extrañeza de algunos y también para la mía. Y soy escéptica ante la poesía, incluso ante la mía.
. --Por eso utiliza tanto el humor.
. --Mi poesía, como la vida, es una moneda: tiene una parte trágica y una parte cómica.
. --Y una parte cósmica.
. --Recuerdo una anécdota de Filipovich, un fabuloso escritor que supera la prueba del tiempo: cuando el hombre llegó a la Luna, mucha gente en Cracovia estaba asombrada. Filipovich estaba pescando y trataba de ver el acontecimiento con prismáticos. [Risas]. Una vez, caminando por los alrededores de Cracovia con Filipovich, nos paramos a identificar estrellas, y cuando nos dimos vuelta, había un enorme grupo de gente a nuestro alrededor; tanta, que al día siguiente la prensa publicó que se había producido el avistamiento de un ovni. Una información que nunca fue desmentida. Espero que eso hiciera feliz a alguien. Escribí un poema en el que decía que no hay que mandar bromistas al Cosmos.
. --Le fascina el espacio, pero realmente se ha movido muy poco.
. --No sé si es por mi signo zodiacal --cáncer--, pero no me gusta viajar. Nací un día después (y muchos años después) que Proust, que escribió doscientas páginas para decir cómo se preparaba para ir a la playa. No me gusta viajar, pero me gusta volver.
. --¿Es cierto que estudió español?
. --Hace mucho tiempo iba a unas clases de español. No me acuerdo de nada, pero la estructura de la lengua todavía la controlo. Leíamos fragmentos de El Quijote. Nos daba clase un profesor que no sé si se esmeraba mucho, porque se preparaba la clase el día anterior, pero tenía unos discos maravillosos con música española: canciones populares estupendas. Soy admiradora del Goya luminoso, el de los retratos, el de los tapices, el de las escenas costumbristas y el de las majas. Y he corregido a Velázquez en uno de mis collages: he sacado a una de las meninas al aire libre.
. --Hablaba antes del amor. ¿Le puedo preguntar algo de los suyos?
. --Le contaré algunas historias de mi infancia. A los doce años me enamoré perdidamente del novio de mi hermana, que no me hacía ningún caso. Un día me vendé la cabeza y él dijo: "¿Qué le ha pasado a eso?" Años más tarde lo volví a ver y me pregunté cómo podía haberme enamorado. No era nada interesante. También había otro chico. Me seguía. Era tan tímido que no me dirigía la palabra. Me escribía cartas. En una de ellas, donde me arreglaba toda la vida --"por ti surcaré los mares, subiré a la cumbre más alta..."--, decía al final: "Estaré mañana bajo tu ventana si no llueve". [Risas]
. --Leer también es una forma de acabar con las formas puras.
. --Leo todo el tiempo. Muchos libros de divulgación científica y de antropología, de zoología. Leo a Brodsky, con el que tenía mucha afinidad. Pero como no quiero olvidarme de nadie sólo voy a decir que leo a Rilke. Con él comenzó mi fascinación por la poesía. .
Por Félix Romeo
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