RELATO BREVE O MICRO RELATO
Hoy día parece existir una euforia con respecto a un nuevo género caracterizado por la brevedad. Infinidad de concursos buscan premiar esta supuesta habilidad circunscribiéndola a una carilla o a 100, 50, 30 (quién da menos) palabras. Quizás los tiempos que corren obligan a esta minimización, ya Giusseppe Ungaretti decía algo parecido refiriéndose a la poesía, género, decimos de paso, dónde el Haiku, forma oriental de 17 sonidos, aunque con dudosos resultados, parece haber invadido occidente. No obstante lo antedicho debemos aclarar que aquí no hay nada nuevo, vasta repasar algunos poemas en prosa de Jorge L Borges o para ir mucho más lejos, 24 siglos atrás con aquel sueño de Chuang Tzu: “Chuant Tzu soñó que era una mariposa y al despertar no sabía si era un hombre que había soñado ser mariposa o una mariposa que ahora soñaba ser hombre”.
Digamos que esta necesidad de expresar lo mucho en poco requiere ciertamente de una técnica, un dominio y el tiempo para ejecutarlo, caer en el error que por que mínimo es más fácil no deja de ser un lugar común, y como se sabe, éste, no es buen recurso literario.
Dolores M Koch nos dice que habría que considerarse dos vertientes a) el minicuento, es aquel que los hechos narrados, más o menos realistas, llegan a una situación que se resuelve por medio de un acontecimiento o acción concreta, en este caso: algo que ocurre. b) el micro-relato, el cual no se basa en una acción sino en una idea, un pensamiento; en este caso el desenlace depende de algo que se lo ocurre al autor.
Nos enumera diez recursos que pueden ayudar en la creación del micro-relato, estos son:
1) Utilizar personajes ya conocidos.
2) Incluir en el título elementos propios de la narración que no aparecen en el texto del relato.
3) Proporcionar el título en otro idioma
4) Tener por desenlace rápido un coloquialismo inesperado o una palabra soez.
5) Hacer uso de la elipsis.
6) Utilizar un lenguaje cincelado, escueto, a veces bisémico. Palabra certera.
7) Utilización de un formato inesperado para elementos familiares.
8) Utilizar formatos extra-literarios.
9) Parodiar textos o contextos familiares
10) Hacer uso de la intertextualidad literaria.
Hoy día parece existir una euforia con respecto a un nuevo género caracterizado por la brevedad. Infinidad de concursos buscan premiar esta supuesta habilidad circunscribiéndola a una carilla o a 100, 50, 30 (quién da menos) palabras. Quizás los tiempos que corren obligan a esta minimización, ya Giusseppe Ungaretti decía algo parecido refiriéndose a la poesía, género, decimos de paso, dónde el Haiku, forma oriental de 17 sonidos, aunque con dudosos resultados, parece haber invadido occidente. No obstante lo antedicho debemos aclarar que aquí no hay nada nuevo, vasta repasar algunos poemas en prosa de Jorge L Borges o para ir mucho más lejos, 24 siglos atrás con aquel sueño de Chuang Tzu: “Chuant Tzu soñó que era una mariposa y al despertar no sabía si era un hombre que había soñado ser mariposa o una mariposa que ahora soñaba ser hombre”.
Digamos que esta necesidad de expresar lo mucho en poco requiere ciertamente de una técnica, un dominio y el tiempo para ejecutarlo, caer en el error que por que mínimo es más fácil no deja de ser un lugar común, y como se sabe, éste, no es buen recurso literario.
Dolores M Koch nos dice que habría que considerarse dos vertientes a) el minicuento, es aquel que los hechos narrados, más o menos realistas, llegan a una situación que se resuelve por medio de un acontecimiento o acción concreta, en este caso: algo que ocurre. b) el micro-relato, el cual no se basa en una acción sino en una idea, un pensamiento; en este caso el desenlace depende de algo que se lo ocurre al autor.
Nos enumera diez recursos que pueden ayudar en la creación del micro-relato, estos son:
1) Utilizar personajes ya conocidos.
2) Incluir en el título elementos propios de la narración que no aparecen en el texto del relato.
3) Proporcionar el título en otro idioma
4) Tener por desenlace rápido un coloquialismo inesperado o una palabra soez.
5) Hacer uso de la elipsis.
6) Utilizar un lenguaje cincelado, escueto, a veces bisémico. Palabra certera.
7) Utilización de un formato inesperado para elementos familiares.
8) Utilizar formatos extra-literarios.
9) Parodiar textos o contextos familiares
10) Hacer uso de la intertextualidad literaria.
PEQUEÑA ANTOLOGÍA DEL MICRO RELATO
(Por Roberto Malatesta)
La ubicuidad de las manzanas
La flecha disparada por la ballesta precisa de Guillermo Tell parte en dos la manzana que está a punto de caer sobre la cabeza de Newton. Eva toma una mitad y le ofrece a su consorte para regocijo de la serpiente. Es así como nunca llega a formularse la ley de la gravedad.
Ana María Shua
(Vale para recurso nro. 1)
El sabor de una medialuna a las nueve de la mañana en un viejo café de barrio donde a los 97 años Rodolfo Mondolfo todavía se reúne con sus amigos los miércoles por la tarde.
-Que bueno.
Luisa Valenzuela
(Vale para recurso nro. 2)
Veritas odium parit
Traedme el caballo más veloz –pidió el hombre honrado- acabo de decirle la verdad al rey.
Marco Denevi
(Vale para recurso nro. 3)
El hombre invisible
Aquel hombre era invisible, pero nadie se percató de ello.
Gabriel Jiménez Emán
(Vale para recurso nro. 6)
Violín
“Instrumento para regalo del oído humano creado por la fricción entre la cola de un caballo y las tripas de un gato”
Ambrose Bierce
(Vale para recurso nro. 7)
La cucaracha soñadora
Era una vez una Cucaracha llamada Gregorio Samsa que soñaba que era una Cucaracha llamada Franz Kafka que soñaba que era un escritor que escribía acerca de un empleado llamado Gregorio Samsa que soñaba que era una Cucaracha.
Augusto Monterroso
(Vale para recurso nro. 10)
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